viernes, 6 de febrero de 2009

1000 batallas


Una de las cosas que más me enganchó en el verano, de noticias estoy hablando, fue el tema del scoring, de los controles de alcoholemia y del comienzo de una nueva cultura al volante.

Pensaba (pienso) que en alguna variable de todas las que aparecen en la mezcla de los mundos de la bebida y el manejo tendrá que variar para notar si es que hay un cambio de cultura o si todo sigue igual, por ejemplo; se me ocurre que si hay un cambio de cultura tandría que aumentar el uso de taxis y/o remises para así poder degustar un buen vino, cerveza o el trago que se quiera, o debería verse una baja en el consumo de alcohol en los bares y restaurantes para poder manejar con total control de nuestros vehículos, o bien, si observáramos un no cambio de cultura tendrían que aumentar la cantidad de multas. Esto tendría que pasar en aquellas personas que podríamos llamar nativos de esta nueva cultura, es decir aquellos jóvenes que están por sacar su registro de conductor por primera vez y en donde usar el cinturón de seguridad, respetar las normas de tránsito y abstenerse de beber para conducir es algo que ya tendrían que incorporar naturalmente, cabe destacar que en lugares como Rosario la conducta de los chicos y chicas con respecto al manejo y el consumo de alcohol está avanzadísimo, pero me quiero detener en aquellas personas que pasan a ser inmigrantes de esta cultura, a aquellos tipos (sin ser misógino) que estan por arriba de los 60 y que reciben mensajes que le son confusos, tipos que han vuelto arriba de sus coches como lo hacen algunos héroes heridos encima de sus caballos en donde éstos saben el camino de memoria, tipos que con un viagra mejoran su calidad de vida sexual pero que no están en condiciones de manejar un auto con 3 copas de vino; buenos y malos tipos, buenos y malos padres, valientes y pusilánimes...A no quita B pero...

1 comentario:

jorge pérez dijo...

mozo.. mozoo... mi plata no vale aca? no tomo má..

por una cultura de meteoro alcholizado