El capitán no tiene quién le escriba

Ya habrán leido, escuchado o visto por tv el caso John Terry en Inglaterra. El señor es jugador de fútbol del Chelsea y de la selección inglesa. El bueno de John tuvo la desacertada idea de seducir, y dejarse seducir, por la novia de un ex compañero del Chelsea pero actual compañero en la selección inglesa y estallo el escandalo. El tema es que Terry llevaba la cinta de capitan en el equipo de la premier league y el dt se la ha quitado pues un capitan que se coma a la novia de un compañero de trabajo no merece ninguna confianza en un juego donde, supuestamente, los códigos están a la orden del día, y justo el capitán es aquel jugador al que todos miran en un final de infarto o en aquellos momentos donde hay que tener brazo rector. El capitán, según los códigos del fútbol, es más parecido al Rey Leónidas de Gerard Butler en 300 que a un tipo común y corriente que dice cara o seca en el sorteo de a ver quién saca.
Pregunto, ¿que hubiere pasado si Terry le hubiera entrado con pasión ciega a otra señorita que no fuera su esposa y que tampoco fuera ni novia, ni ex-novia de ninguno de sus compañeros ya no del Chelsea sino de ningún equipo donde hubiese jugado John desde que empezó a patear una pelota en algún suburbio londinense? ¿no sería también un tipo que transmita desconfianza? ¿y que si Terry maltratara a sus hijos o no les diera bola? ¿y que si terry bebe y luego maneja? ¿y que si Terry no pagara sus impuestos? ¿y que?.
Ya lo canta Adrian Dárgelos "Oh si, estoy mirando a tu novia ¿y que?/no tengo nada que decirte/ ella me gusta y yo a ella también/oh, si, ¿y que? ¿y que?"