
El fútbol es el único deporte en donde la ley (arbitro, asistentes y cuarto arbitro) es defenestrada por cualquier jugador. Es llamativo que un jugador de basket se saque y que luego las represalias no sean durísimas, no imagino en el tenis a cualquier tipo diciendo barbaridades al los umpires sin que luego no caiga sobre aquellos una sancion en puntos en dinero o en lo que sea. Y así la natación, el atletismo, etc, etc, etc...todos los etc que quieras menos el fútbol. Es por eso que me creo un fan a ultranza de la utilización de la tecnología para cuidar a las jueces en los campos de fútbol, y cuando digo tecnologia no digo la terrible sandés de ponerle un chip a la pelota para cuando hay duads sobre si entró o no el balón. Hablo de pedidos de ojo de halcón como en el tenis, o como tienen la posibilidad los jueces del rugby de pedir pantalla y quedar a la espera de las resoluciones de lo que realmente pasó. En
Area 18 les he preguntado a jugadores, técnicos y árbitros que opinan de esta idea y me dijeron que no estaban de acuerdo pues se perdía la escencia del juego. Me puse a pensar entonces en cuestiones de RRHH, reglamentar el corte del césped para que el línea tenga diferentes tonalidades de verde en el campo de juego para ayudarlo a poder pitar un offside; jueces de cámaras de tv que asistan al juez principal del encuentro...pero no, las cosas funcionan así desde hace tiempo y no van a cambiar en homenaje al folklore del futbol de cada fecha. Los arbitros son "impresentables" según el periodismo, un pibe con 2 partidos en primera y con peinado de emo se le para de manos a un juez, algún ventajero se tomará el rostro aduciendo desfiguración facial para ganar un tiro libre y otros más solemnes hacen declaraciones en la cicloneta. Calavera no chilla. Bienvenidos al fútbol opio.