
Las promesas en el fútbol suelen ser religiosas; y por supuesto respetadas y valederas. Una visita a la Virgen de Lujan, acercarse a alguno de los miles de santuarios que a los largo de las rutas tiene el Gauchito Gil, y tal vez alguna más banal como la de pagarse una comilona para los pibes. Pero la promesa en sí, el acto que vaya a realizarze, es un enganifa que puede ir en contra del resultado final. Por ejemplo: Si Riquleme se recupera de la lesión del pié y nos pone en la final de la Libertadores...no tomo cerveza por una semana; si salimos campeones me tatúo el escudo en el pecho, o si zafamos del descenso me voy a ver un partido del rival de toda mi vida en la popular, son actos que no se condicen con lo que se pide. Imaginemos que exista una mesa receptora de promesas: un señor muy angelical nos recibe, nos toma algunos datos y nos pregunta: ¿que es lo que usted quiere que ocurra? y ustedes le dicen: que Luli Fernandez caiga poseídamente enamorada de mi el domingo que voy a bailar; Perfecto!!! dice el angel receptor de pedidos y vuelve a preguntar: Bueno ¿y cual es la promesa que usted va a ofrendar en caso que se le cumpla el deseo? y ustedes dicen: pues bien...dejo de fumar!!!...ERROR, suenan alarmas de pánico y demás...lo que proponemos a cambio del deseo es algo que para nosotros es una miseria propia, es algo que desearíamos no tener y lo tenemos como pieza permanente de cambio ante cualquier situacion en la que necesitemos un pleno de la vida; por que si existiera alguien que prometa empezar a fumar si Deportivo Merlo sube al Nacional B todavía...pero nadie promete eso. Probemos pedir deseos con promesas que involucren nuestras virtudes; que se yo; si Del Potro gana Wimbledon prometo que no me enamoro por un año, por lo menos amar es una virtud y nuestro angel recaudador de promesas tandrá un sentimiento para poder dárselo a alguien que realmente necesite enamorarse. Nunca se debe menoscabar el precio de la promesa sobre todo porque la promesa en sí, se hace cuando estamos necesitados de una pizca de ayuda mística o esotérica.
La promesa de “me rapo” nunca llega de un melenudo, siempre lo dice el que tiene; o poco pelo o el que quiere cambiar el style y enmascara una razón netamente personal y de lenguaje corporal, porque si te pelás estás diciendo algo a los gritos. Y luego en conclusión cuando el deseo es, a corto plazo, muy dificil busco coartadas y digo “si independiente, sale campeón y después gana la libertadores...adopto a 3 niños de nepal”. El tema es que cuando el deseo por el que se ofrenda una promesa tiene posibilidades ciertas de concretarse, sencillamente es porque queremos que la promesa ocurra; entonces prometemos algo así como que: si no pasa ninguna Hummer en la próxima hora, me pago un gato de una luca.
2 comentarios:
jajajaja muy bueno nacho y mucha razon en ciertas cosas..espero la proxima publicacion! que siga todo bien!!
hola soy gustavo de nuevo, si te queres dar una vuelta por un blog de un equipo bizarro (el mio) te lo dejo miralo si queres sino todo bien www.hakunamatatalaleyenda.blogspot.com es una pagina y un equipo hecho con garra corazon y amor al arte..no jodo mas..saludos!!
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