Nadie fue a despedir a Alfonsín

A través del paso del tiempo, seguramente, el sepelio del ex presidente Alfonsín empezará a delinear otro lado una moneda que de momento solo tiene cara. Todo el arco social y político coincidió en resaltar valores en la figura del caudillo radical que ya no son solo de una persona en particular sino de un montón de gente que camina anónima por las calles.

La honradez, la honestidad, la decencia, el sacrificio y la búsqueda del bien a costo propio, fueron los homenajeados en las largas 48 horas que se sucedieron entre el desceso de Alfonsín y su entierro.

La muerte embellece y dignifica, de todos modos es imposible no reparar en la desilusión que provocó el gobierno radical del año 83´ y que muchos de esos delisusionados en estos días no pudieron creer lo que veían en sus televisores...mirá la despedida que le están haciendo a este tipo!!! transó con los militares, nunca menejó la economía, debió dejar el gobierno antes de tiempo, fue un desastre!!! y demás etcs fueron cosas que escuché las veces que me tocó estar viendo por tv los detalles del sepelio, así y todo estoy seguro no veremos una despedida así a un jefe de estado en mucho (ísimo) tiempo.

Pero la gente, que según como se quiera medir fue mucha o poca, salió a la calle a hacer un cacerolazo del corazón...la muerte de Alfonsín obliga a repasar 25 años de la propia vida, y allí fueron entonces los corazones a recordar su juventud, allí viajaron nuestras mentes a recordar a seres queridos que ya no están, a los primeros besos, a las vacaciones adolescentes, a las ganas de hacer cosas, a la pasión de vivir la patria; a alzar la voz y enmascarar en el grito de Alfonsín, Alfonsín!!! todo lo que pasó en la década del 80´.

A todos ellos entonces, a los jóvenes de ayer...muchas felicidades.