Las torres gemelas encima

La Usada (agencia antidopaje norteamericana) le entregó a la UCI (unión cilcista internacional) a la WTC (Confederación mundial de triatlón) y a la WADA (Policía mundial antidopaje) un informe lapidario sobre los manejos del equipo de ciclismo del US Postal y los logros obtenidos puntualmente por la gran figura del ciclismo moderno Lance Armstrong.
La sombra del doping lo cubrió siempre desde su regreso y en definitiva, no es mi intención caer en tecnisismos, en más o menos un mes tal vez se oficialice la quita de todos los logros deportivos del texano desde el 1 de agosto de 1998 hasta el último tour ganado en 2005 además de prohibirle toda actividad deportiva profesional.
De todos modos si están interesados en leer una buena nota con nombres, apellidos y cronologías les recomiendo hacer click aquí.
Como sea; ya la historia deportiva de Armstrong hoy está hecha trizas. Tal vez algunos vericuetos legales embarren la cancha y opaquen el panorama, pero la trampa deportiva debe marcarse. Todos sus triunfos están acompañados por episodios que tienen que ver con el dopaje en todas sus formas; tráfico, administración, traslado, cobros y corrupción. Casi irremontable.
Ahora pregunto ¿que hacemos con todos los sentimientos genuinos que nos despertaron sus puestas en escena? ¿que hacemos con toda esa gente que, a partir de la lucha de Armstrong contra el cancer, encontró una bandera por la que librar su propia lucha  contra esa enfermedad? ¿Que hacémos con la fuerza que inundó los corazones de millones de jóvenes que agarraron una bici jugando a ser el gran escalador de alguna montaña de Los Alpes? ¿que hacemos con todo lo verídico que nace a partir de una mentira?
La ambición que movió a Lance a lograr con trampas todo lo que logró trae aparejadas todas estas preguntas.
Use la famosa pulsera amarilla casi 8 años  hasta que se me rompió. Muchas mañanas sin ganas y sin fuerzas de ir a trabajar y muchas de las veces que salía devastado de visitar a mi mamá o tantas adversidades laborales que tuve fueron zanjadas por aquella frase que me devolvía mi muñeca "LIVESTRONG" Vive duro ó vive fuerte como más les guste.
Hoy, y con esta noticia, con esta realidad, no se que pensar de aquella sensación que me surgía de leer aquella pulsera.
Será que a veces la trampa, en un mundo casi ya sin ley, se parece mucho al amor.