domingo, 4 de octubre de 2009

Paranoia y Destino se fueron al río

Hacía rato que no sentía verguenza por y de mí. Pero hoy tuve un episodio perturbador que logró que me pusiera una quinta amarilla y deba cumplir una fecha de suspensión. Teníamos 5 pelotas de fútbol en mi casa. Dos del montón, una más o menos buena, y dos top. Por supuesto que las dos top las perdimos por prestarlas; las dos berretas se pincharon pero aún están en nuestro poder y la más o menos buena es con la que jugamos al fútbol mis hijos y yo. Es una Penalty del año 97 ó 98 que me había ganado en un programa que hacía Matías Martin en Canal 13 y que se llamaba "Locos por el fútbol". La cuestión es que la pelota estuvo durmiendo una siesta de casi 12 años hasta que decidí inflarla y ponerla en circulación. Para mi fue como abrir un Felipe Rutini pero luego me di cuenta que no solo yo tenía 12 años más que en la oportunidad en que la ví por primera vez.
Inflamos la pelota y jugamos unos fines de semana en el club y le perdí el rastro. Me desinteresé del tema y paso el tiempo hasta que hoy, en el club al que voy veo la pelota en una mesa rodeada de un par de buzos, unas raquetas y un skate que no eran ni de mis hijos ni de mi esposa ni míos por supuesto. Me acerco, la miro y al leer el nombre del modelo advierto que es mi pelota. Miro para todos lados y la tomé entre mis manos. La hice girar y advierto un giro ovoide igual de "mi Penalty". Mascullo una puteada para uno de mis chiquitos pero no entre en pánico. ¿Que podía hacer? ¿preguntarle a los chicos dueños de las raquetas y del skate como habían conseguido la pelota? A comerla papá!!! cuida tus cosas y no vas a tener ningún problema; pero como la posibilidad de que hubiera dos falsos Felipes Rutinis en un mismo club con 2 meses de diferencia era casi nula no pude evitar caminar hasta donde estaba mi hijo mayor bastante enojado con una frase que , lamentablemente heredada, me taladraba la cabeza: "¿Por que perdemos siempre las cosas nosotros?"

LLego hasta donde estaba Jeremías (mi hijo mayor así se llama) y le pregunto: ¿Che Jere...¿la pelo gris que vos decís que siempre está dura donde está?-Luego de pensarlo unos segundo me dice -"En casa". La verdad que no me convenció ni un poco pero trague saliva. Existe un pacto de caballeros entre hijos varones y padres que entra en juego en casos especiales y a edades cortas. El nene miente y lo sabe, el padre escucha y también lo sabe pero deviene un silencio que sella un "aquí no ha pasado nada".
Olvidé el tema y me volví para mi casa junto a Jere para ver el partido de River sin decir ni una palabra del acontecimiento.
A los 5 minutos del primer tiempo la voz de Jere se escuchó cruzando el comedor diciendo "Acá esta la pelota papá!!!" y apareció con sus rulos endemoniados trayendo entre sus manos el Felipe Rutini.
Salvo mi esposa, nadie más sabia de mi teoria conspirativa, por lo que la montaña de miseria que cayo sobre mí no llevaba el peso mortal que hubiese tenido si acusaba a mi hijo de desentendido de sus cosas y de haber perdido otra pelota más.
Todos los días me pregunto cual es el grado exacto de paranoia que hay que tener para no sufrirla.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja nacho, devolvé la pelota!!! Contaselo a los chicos de basta de todo que se mueren

Nacho Goano dijo...

Che!!! no me robe la pelota!!! la dejé ahí. El tema es que me fui recaliente a buscar a mi hijo. Abrazo y gracias por leer el blog

[Fox] dijo...

Suelen pasar esas cosas... son las casualidades raras de la vida aunque si yo fuese la persona que se encontro la pelota... no la llevaria al lugar donde la encontre si mi plan malvado es quedarmela...

Anónimo dijo...

Nacho, recien ahora me conecto con tu blog y leo este comico episodio con el cual me senti muy identificada. Lo que yo me pregunto cuando me pasan esas cosas es...por que ante la posibilidad de recuperar lo nuestro nos sentimos en infraccion?, Acaso esta mal agarrar lo que es nuestro?, por que sentir que todos nos estan mirando con el dedo acusador!!?? Es Miooo Che!!. jaja. Beso

Juan Pablo Gómez dijo...

Nacho,

Una montaña de miseria si cayó sobre mi. No por acusar a mi hijo pero si por acusar a un señor de haberme robado el celular en el colectivo.

Lo escribí y lo subí a mi blog porque me sentí identificado con tu historia.
http://unamiradadesdelsur.blogspot.com/2009/11/cuando-me-robaron-el-celular-o-no-todo.html

Saludos,

Juan Pablo Gómez

Anónimo dijo...

nacho querido feliz año que todo te vaya de 10 y pasate por el mio si podès, buen año loco

www.cualesiano.blogspot.com