lunes, 19 de noviembre de 2012

No son pocos

Éste último fin de semana en Santa Fé se jugó una edición más del clásico entre Unión y Colón. Los hinchas de Unión, antes del partido, ya habían roto parte de uno de los alambrados de las cabeceras y el partido debió empezar más tarde. Ya con el partido 2-0 a favor del Sabalero; los hinchas de Unión procedireon a romper lo que les quedaba de los panles de alambrada que quedaban sanos. Hoy más temprano en mi cuenta personal de twitter, @NachoGoano, me criticaban éste mismo comentario aduciendo que desde Buenos Aires las cosas se veían diferente. Evidentemente las imágenes a la capital debieron llegar digitalmente modificadas y en Santa Fe el partido fue normal y sin ningún tipo de problemas.
El umbral de frustación de las hinchadas, quito ya la de Unión para evitar cuestiones de unitarios y federales, es extremadamente pequeño. Solo se soporta la victoria, y ojo que hablo de soportar y no de disfrutar. La derrota, o peor, la sensación de sufrir una ya dispara la ira de quienes llevan una camiseta puesta. unos son barrabravas, otros delinquen en formas diversas y otros no dudarían en tomarse a golpes de puño o de insultar y/o basurear a un similar si es que no se piensa igual; y lo digo porque lo viví en carne propia en una de las plateas del club del que soy hincha. Sintámonos bien si queremos señalando a "cabeza de tornillo", a "Branquia de pez" o al "Gordo Richard" como únicos portadores de la violencia en las canchas de fútbol. Pero mientras miramos para los costados sepamos que no son solo 20 los que desarman la paz del fútbol. ojalá tengamos buena semana.

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