Crear una
identidad con temple para ganar; que no necesariamente significa identidad
ganadora, lleva en su larga cadena de aciertos, eslabones decisivos más duros unos que otros.
Ramón Díaz
decide devolverle la titularidad a Barovero. Es una jugada de carácter
utilizada en una situación propicia; la definición de un campeonato. De hecho,
si existiese una ocasión ideal para optar por una jugada arriesgada, sin dudas,
es justamente una situación propicia.
Independientemente
de la resolución del campeonato; quiero arriesgar e intentar ver más adelante. Ramón
Díaz está revalorizando la plantilla creando, o encontrando de casualidad si
quieren, una competencia en un puesto donde había mayor diferencia hasta hace
poco tiempo.
El contrato
de Chichizzola se vence el 30 de junio y, si bien hay deseos por parte de la
directiva de renovar el vínculo, esta vuelta de Marcelo Barovero la
titularidad, deja al jóven arquero que viene de las inferiores del club, en un
punto altísimo de su corta carrera en 1ra. Atajó 2 penales que le sirvieron al
equipo para ganar 3 puntos; metió tapadas notables vs EDLP y Olimpo (Un
cabezazo a Furios que hizo recordar a Fillol en sus mejores momentos); sostuvo
momentos bravos con solidez; y sus actuaciones lo ponen mucho más cerca de
jugar más minutos en el futuro cercano. Todo ganancia para el pibe, y por ende,
para el club.
Por otro
lado, Barovero, no es una incognita. Supo también sostener resultados en
torneos anteriores y gracias a muchas de sus atajadas River metió un
subcampeonato. Además salió por lesión. Por actuaciones y por reglas de
mercado; no es mala idea la vuelta del uno titular. Está a la altura.
Deberá el
propio Barovero saber que se espera mucho de él. Se espera mucho y más. La
coyuntura en la toma decisión del dt, es
ideal para forjar carácter en los jugadores. También deberá saber Barovero, que
el hincha de River hoy está repleto de emoción gracias a Chichizzola como tal
vez en algún momento, ese mismo hincha, saco pecho en la oficina por una atajada
de él mismo. Se trata de entrenar como moverse en momentos favorables. No
siempre se gana en los momentos favorables; pero se gana más fácil. Es una ocasión para crecer, no una
posibilidad. Para mí la primera opción es más hija del trabajo que la segunda.
Y por crecer
llamo a que River, si desea reconstruir su imperio, no debe quedarse en si sale
campeón ahora; River tendrá que aprender a que si puede estar todo el tiempo
peleando el título en la anteúltima fecha, incluso sin coronarse, será
infinitamente mejor que penar por volantazos.
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