jueves, 8 de mayo de 2014

Otro ladrillo en la pared



Crear una identidad con temple para ganar; que no necesariamente significa identidad ganadora, lleva en su larga cadena de aciertos,  eslabones decisivos más duros unos que otros.
Ramón Díaz decide devolverle la titularidad a Barovero. Es una jugada de carácter utilizada en una situación propicia; la definición de un campeonato. De hecho, si existiese una ocasión ideal para optar por una jugada arriesgada, sin dudas, es justamente una situación propicia.
Independientemente de la resolución del campeonato; quiero arriesgar e intentar ver más adelante. Ramón Díaz está revalorizando la plantilla creando, o encontrando de casualidad si quieren, una competencia en un puesto donde había mayor diferencia hasta hace poco tiempo.
El contrato de Chichizzola se vence el 30 de junio y, si bien hay deseos por parte de la directiva de renovar el vínculo, esta vuelta de Marcelo Barovero la titularidad, deja al jóven arquero que viene de las inferiores del club, en un punto altísimo de su corta carrera en 1ra. Atajó 2 penales que le sirvieron al equipo para ganar 3 puntos; metió tapadas notables vs EDLP y Olimpo (Un cabezazo a Furios que hizo recordar a Fillol en sus mejores momentos); sostuvo momentos bravos con solidez; y sus actuaciones lo ponen mucho más cerca de jugar más minutos en el futuro cercano. Todo ganancia para el pibe, y por ende, para el club.
Por otro lado, Barovero, no es una incognita. Supo también sostener resultados en torneos anteriores y gracias a muchas de sus atajadas River metió un subcampeonato. Además salió por lesión. Por actuaciones y por reglas de mercado; no es mala idea la vuelta del uno titular. Está a la altura.
Deberá el propio Barovero saber que se espera mucho de él. Se espera mucho y más. La coyuntura en la toma  decisión del dt, es ideal para forjar carácter en los jugadores. También deberá saber Barovero, que el hincha de River hoy está repleto de emoción gracias a Chichizzola como tal vez en algún momento, ese mismo hincha, saco pecho en la oficina por una atajada de él mismo. Se trata de entrenar como moverse en momentos favorables. No siempre se gana en los momentos favorables; pero se gana más fácil.  Es una ocasión para crecer, no una posibilidad. Para mí la primera opción es más hija del trabajo que la segunda.
Y por crecer llamo a que River, si desea reconstruir su imperio, no debe quedarse en si sale campeón ahora; River tendrá que aprender a que si puede estar todo el tiempo peleando el título en la anteúltima fecha, incluso sin coronarse, será infinitamente mejor que penar por volantazos.

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